domingo, 22 de abril de 2012

Cáceres: medieval y para comérsela... (primera parte)

Me lo habían dicho, lo había visto en reportajes y libros, pero he tenido que ir para confirmarlo: Cáceres es preciosa. En cuanto llegas a la parte antigua, el tiempo se ralentiza, se detiene y casi parece que vuelve hacia atrás. 

Plaza Mayor

La plaza mayor está rodeada de historia. El ayuntamiento o la torre del horno podrán ser vuestro punto de partida para dar una vuelta por el casco histórico.

Ayuntamiento. Torre del horno.

Según nos cuenta nuestro guía (podéis contratar la visita en la oficina de turismo, a los pies de la torre del horno), podemos encontrar capa a capa casi todos los pueblos que alguna vez habitaron la península: íberos, visigodos, romanos, árabes, cristianos... Sustrato a sustrato han conformado una ciudad llena de rincones únicos que recogen cada una de estas herencias. 

Torre de Bujaco y Ermita de la Paz. Arco de la Estrella

Pasear por las calles de las juderías (la vieja y la nueva) nos enseña cosas nuevas a cada vuelta. "Adarve en árabe significa desfiladero, terraplén y estos emplazamientos se utilizaban para construir la muralla que protegía la ciudad. Por este uso se acabó determinando adarve al muro de las fortalezas o al camino de ronda que hay encima de ellas...".

Virgen de la Estrella, encima del arco de la Estrella. Calle Adarve

*
Torre de la Catedral de Santa María

Presta atención a los detalles. En suelos y paredes encontrarás pistas que te indicarán la importancia del emplazamiento dónde te encuentras: judería ancestral, camino de peregrinaje cristiano, calzada romana... Como otras muchas ciudades, Cáceres forma parte de Caminos de Sefarad o Red de Juderías de España. También forma parte del Camino de Santiago de la Ruta de la Plata que, ya que estamos, es la antigua calzada romana que cruzaba la península de norte a sur... Y no, el nombre no tiene que ver nada con el metal precioso, sino del vocablo árabe balat, que significa "camino empedrado".

Símbolo de la Red de Juderías de España. Símbolo del Camino de Santiago.

Símbolo de la Vía de la Plata

Señal de la importancia de antaño son los múltiples palacios, palacetes y casas señoriales que hay repartidos por la ciudad. Piedra antigua remozada para conservarla que nos ayuda a hacernos una idea de cómo debían vivir los nobles de la Edad Media. Una curiosidad, una señal de prestigio y poder eran los balcones en una esquina. ¿Qué utilidad tenían? ¿Por qué lo hacían? Pues porque podían... Los nobles de la época eran así...

Balcón en esquina. Torre redonda del palacio de Carvajal

Patio del palacio de Carvajal

¿Cómo mantener una población en un emplazamiento en el que no hay un río cerca? Pues construyendo aljibes. Éstos son pozos escavados en roca impermeable y que recogerán el agua de lluvia. Hay un par de ejemplos magníficos, siendo el del Alcázar comparado por su construcción y antigüedad con la Gran Cisterna de Estambul.

Aljibe de los Jesuitas. Aljibe del Alcázar

Y llegados a este punto, tras subir y bajar unas cuantas cuestas, el hambre empieza a asomarse en las barrigas...

Una calle con encanto...

¡Pero cuidado! Porque en cada rincón encontraréis pastelerías y tiendas de productos ibéricos, carnes y chacinas que nos van a gritar "¡Cómeme!" y nos harán salivar...

Mojicones, bizcochos y pastas de Pastelería Isa, en la Plaza Mayor

Y es que estamos en una tierra de buenas materias primas: cabañas porcinas de calidad, selecto ganado vacuno, apreciados productos caprinos y leche, pero que mucha leche buena que da una variedad extensísima de quesos, de entre los que destaca la afamada Torta del Casar.

Tienda de productos ibéricos Mostazo (casi no puedes dar un paso sin encontrarte una tienda Mostazo...)

También encontraremos caprichos como los bombones de higo de Almoharín, mermelada de cerezas del Valle del Jerte, chorizos patateros de Monroy, pimentón de La Vera, perrunillas, licores... ¡Empezar y no terminar!

Tienda de productos ibéricos Mostazo

Y después del festín visual, habrá que comer, ¿no?

¡Jamones!

Pues vamos a ello... (Continuará)

2 comentarios:

  1. Me alegra un montón que te haya gustado mi ciudad... y que os haya hecho buen tiempo. Cáceres no defrauda a los nuevos visitantes, y hace que muchos repitan :)
    De mi paso por alli en Semana Santa me traje buen jamon y buen queso, que guardo con celo en mi nevera, espero que tu hicieras lo mismo y puedas disfrutarlo ahora!

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    1. ¡¡Hola HoneyBunny!! ¡¡Cuánto tiempo sin saber de ti!!
      La verdad es que la ciudad nos encantó. Pasamos un fin de semana con la familia estupendo y, a buen seguro, tengo que volver para visitarla de nuevo y los alrededores.
      ¡Un viaje muy recomendable!

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