lunes, 5 de marzo de 2012

Sound Bites

"Pienso en la comida, en sus distintos sabores y en cómo la he sentido dentro de la boca, lo diferentes que eran unas de las otras, cómo sabían a gozo, a repugnancia, a dolorosa destrucción. La comida no es sólo algo que me quita el hambre. Ahora sé que es mucho más que eso. La comida es una aventura."


Contundente, caustico, electrizante. Aunque en apariencia sigue el guión de una toda una estrella del rock, Alex Kapranos se sacude el cliché sin previo aviso con "Sound Bites. Comerse el mundo de gira con Franz Ferdinand" (Alex Kapranos. Ed. 451 Editores, ISBN: 978-84-96822-24-5) un libro de reflexiones que giran entorno a la comida. No se limita a la descripción  superflua de platos o restaurantes, sino que profundiza en las emociones y nos regala una selección de recuerdos íntimos, a veces personales y, queramos o no, nos convierte en voyeurs emocionales de su peculiar universo culinario.
"Le pego un mordisco a mi clásico -donut-, y bebo un sorbo de café con la boca llena. La masa es esponjosa y suave. La superficie es crujiente, rugosa y sin cobertura de azúcar. Estos polis no tienen un pelo de tontos. Son los mejores donuts de Nueva York."
La comida no es sólo comida: son emociones, colores, olores, sensaciones, pensamientos de vida y muerte, alegría y pesar. La comida puede ser descubrimiento, gustativo y personal, rodar el límite de nuestro prejuicio, un escaparate de nuestros miedos y fobias. Todo un encuentro.
"Mi asado de Renania es contundente: rodajas de carne de buey con un jus de uvas pasa, espeso y gelatinoso, y un puré de patatas con la textura de un ñoqui gigantesco... Comer se convierte en una actividad física."
Alex Kapranos nos invita en Sound Bites a no quedarnos en lo obvio, a ser osados, a que experimentemos y a que miremos más allá del plato y que cada ocasión gastronómica sea una aventura fascinante.
Llenad vuestra copa vital de experiencias y apurarla a grandes tragos aunque os rebose por las comisuras. Cuando se acabe, sólo tenéis que volver a llenarla. ¿Quién os lo impide?
"Tengo la barriga llena, mis papilas gustativas se han entretenido y estoy rodeado de la gente con la que quiero estar. En la calle parpadea un letrero de neón verde que dice: <Buenas vibraciones>. Estoy de acuerdo."

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